UNA EXTRAORDINARIA
HISTORIA SIN CONTAR DE LOS CABALLOS MARISMEÑOS
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POTRO DE RETUERTA |
Nos encontramos en este Parque Natural de Doñana con la
raza equina más antigua de Europa, el caballo de retuerta, su nombre alude al lugar donde se localizan estos
animales en verano, ya que las retuertas son zonas de contacto entre las dunas
y las marismas que durante toda la estación seca rezuman el agua dulce que
durante el invierno se ha acumulado en la arena. Las
condiciones en que debían trabajar y vivir estos animales eran de una dureza
extrema, como corresponde a la marisma y los arenales.
En la marisma, cualquier actividad requiere, en invierno, recorrer grandes
extensiones de terreno encharcado, chapoteando, con el agua por encima de la
rodilla; y en verano, soportar temperaturas diurnas muy elevadas, sin un solo
árbol donde guarecerse. Por otra parte, caminar en verano por la zona de dunas,
con las pezuñas hundidas en la fina arena, requiere también una resistencia
considerable. Se conoce que quedan sobre 60 ejemplares.
Según los estudios
científicos realizados por J. Carlos González Faraco y Michael D.
Murphy, bajo el título de ‘La Saca de las Yeguas en las Marismas del Doñana’, se
pone de manifiesto que la cría de ganado está asociada a los llanos marismeños
desde muy remota época, siendo citado por el geógrafo e historiador
griego Estrabón (63 a.C.-24 d.C.)
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CANDELA YEGUA MARISMEÑA EN CHOZA LOS YAYOS |
Existe
otra raza autóctona de caballo el marismeño asilvestrado muy robusto,
resistente y adaptado a una dieta muy variada y largos periodos de sequía. Aquí
en las marismas viven estas dos razas en libertad inmersos en un espacio
natural con la mayor biodiversidad de Europa y además se trata de la última
población de caballos europeos que viven en libertad aislados de toda población.
Se sabe que el caballo marismeño también es una
de las razas más antiguas del continente europeo, existiendo referencias desde
la época griega.
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POTRO HIJO DE CANDELA Y PADRE
SEMENTAL DE LAS MARISMAS
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En un texto del siglo X del historiador andalusí Áhmad
a l-Razi, se narra que las yeguas recién paridas y sus
crías se sacaban de las marismas y se llevaban a Medina Azahara (Córdoba),
donde el emir y sus militares elegían los mejores potros. Porque el caballo
marismeño, si bien se ha empleado tradicionalmente para labores propias del
campo, como la trilla, también se ha destinado a uso militar. Como hizo el caudillo musulmán Almanzor (939-1002) que se le ocurrió cruzar a esta
yegua, que era muy resistente, aunque flojita en ataque, con el semental
bereber, pequeñito pero muy nervioso. “Lo que obtuvo fue un
animal con resistencia para hacer grandes marchas, capaz de ir al combate allá
donde fuera la batalla y caracterizado por su brío en la batalla”, subraya
Muñoz Bort. Como también parece indicar que los caballos que
embarcaron rumbo a América procedían de las Marismas de Doñana.